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Arquitectos: Studio Jan Vermeulen, Tom Thys architecten
- Año: 2022
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Fotografías:Jeroen Verrecht
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Proveedores: Knauf, Aliplast, Aluform, Cras WoodGroup, Edelbeton, European Larch, Isover, OMG Beton, Ronny Wens Schrijnwerkerij, Stobag, URSA, Unilin, Villeroy & Boch
Real, sostenible y salvaje. El estudio Jan Vermeulen, en colaboración con Tom Thys architects, desarrolló un plan maestro para la infraestructura paisajística de la entrada principal de Prinsenpark, un parque situado en Kempen Nord, en Amberes. Además diseñó un nuevo centro de visitantes que llega a remplazar a los anticuados edificios existentes.
Creado originalmente en 1880 como terreno para una finca real que nunca se construyó, el parque se ha convertido en una reserva única con un claro enfoque en proporcionar acceso a la naturaleza y a la educación. En 2021, el parque ganó el premio internacional Green Flag por su "visión sostenible, sus excelentes instalaciones y su amplia gama de actividades educativas". La identidad única de Prinsenpark se ha desarrollado a lo largo de 140 años y se define por la fuerte combinación de la estructura formal original del parque real y su flora silvestre.
El parque se inserta como una figura precisa y definida en el paisaje. Un camino ovalado rodea el bosque central con su estructura formal de senderos y caminos sinuosos que se adentran en el parque. Las extensiones de estos bosques a veces se funden con el paisaje circundante, y otras veces ofrecen un contraste. Esto crea un intrigante paisaje alrededor del bosque ovalado, en el que se alternan vistas abiertas y cerradas.
Un conjunto pintoresco. El nuevo centro reúne las oficinas administrativas de los parques, su depósito forestal y talleres, y las instalaciones para los visitantes en un conjunto de dos edificios con tejados a dos aguas. Entre el dique de Kastelse, que corta el paisaje en una larga línea recta, y el borde del bosque ovalado, dos volúmenes definen un espacio cerrado que sirve de patio para los guardabosques. Los grandes tejados a dos aguas sobresalen para crear una entrada, un espacio exterior cubierto o una zona de trabajo protegida. Con reminiscencias de las granjas experimentales del siglo XVIII que se desarrollaron en la región para cultivar esta antigua turbera, la geometría específica del volumen genera una variedad de siluetas.
Como en un conjunto pintoresco, la relación del proyecto con el paisaje que lo rodea es múltiple. Un aspecto que se ve reforzado por los nuevos caminos, claros, canales y zonas de retención de aguas pluviales que anclan el proyecto de forma natural. "Los edificios revestidos de madera tienen una expresión rural, pero los detalles precisos en torno a las ventanas, las canaletas y las puertas trascienden lo utilitario. Los grandes tejados inclinados sobresalen para crear una entrada, un espacio exterior cubierto o una zona de trabajo protegida."
Enfiladero. El primer edificio, el centro de visitantes, comprende las instalaciones para los visitantes, las oficinas, la cantina y los vestuarios para el personal del parque. El segundo edificio contiene los almacenes y talleres para los guardabosques. El nuevo proyecto, una alegoría del paisaje real pero salvaje de Prinsenpark, combina elementos de la cultura constructiva local con el plan formal de una casa de campo. El centro de visitantes se ha configurado como una enfilación de habitaciones y salones bajo un gran tejado a dos aguas que sobresale del bosque ovalado.
Una sucesión de grandes salas y espacios intermedios más pequeños permite un uso variado en el que los distintos espacios pueden albergar diferentes actividades. Las grandes aberturas y puertas conectan el mostrador de información, la zona de recepción y la sala de educación con las oficinas, el comedor del personal y el patio central, y hacen que las actividades operativas de Prinsenpark sean visibles para los visitantes.
Una estructura refinada. Los edificios revestidos de madera tienen una expresión rural, pero los detalles precisos en torno a las ventanas, las canaletas y las puertas trascienden lo utilitario. La identidad del proyecto está definida por el ritmo de las tablas de alerce ligeramente desgastadas que envuelven los volúmenes a modo de protección contra el sol y la lluvia. La estructura del tejado, con sus paneles ondulados de aluminio sin tratar y sus canaletas excepcionalmente grandes en forma de V, aporta al proyecto más refinamiento. Las habitaciones y los pasillos están construidos con bloques de hormigón blanco y vigas que forman un fondo robusto y neutro para las actividades del parque.
Construido con un bajo presupuesto, el proyecto es una estructura inteligente y flexible en la que los elementos del edificio más cercanos al usuario adquieren más detalle y refinamiento. Las paredes ligeras revestidas de madera, las puertas y ventanas hechas a medida y el mobiliario fijo, teñido de colores azul, verde y morado, contrastan sutilmente con los bloques de hormigón y aportan jerarquía a la enfilación. El depósito y los talleres se combinan en un edificio en forma de L que encierra el patio central. Una serie de pórticos de acero galvanizado definen un espacio cubierto flexible para el almacenamiento de equipos forestales.
Un ecosistema equilibrado. El proyecto se centra en la sostenibilidad integrada de varias maneras. El gran voladizo de la cubierta del centro de visitantes no sólo crea un espacio social para los visitantes, sino que también sirve de protección solar pasiva para los grandes espacios de su fachada principal. Los métodos de montaje de los distintos elementos del edificio permiten su fácil desmontaje, reutilización o reciclaje. En este sentido, el edificio actúa como un banco de materiales sostenible para el futuro.
El centro de visitantes también cumple la norma de casa pasiva. La gestión del agua se utiliza como elemento educativo y conecta el proyecto y el paisaje en un nuevo ecosistema. Los canales y zanjas existentes se adaptaron en ramblas para crear un paisaje de agua e infiltración en el que puedan florecer nueva fauna y flora. Así, la biodiversidad del lugar recibe un nuevo impulso.
El agua de lluvia se recoge en tanques y estanques a través de largas canaletas y caños en forma de V antes de desbordarse en el sistema de zonas de retención naturales ajardinadas. La trayectoria del agua es visible para el visitante. Las aguas residuales son filtradas y depuradas por un sistema independiente antes de ser devueltas como agua limpia al paisaje. En la fachada de los talleres se han integrado varias opciones de alojamiento para acoger a la población local de murciélagos. El edificio contribuye a los valores y la visión de Prinsenpark como zona en la que la naturaleza, la cultura y el ocio se entrelazan en un ecosistema especial y equilibrado.